Soy J.M. Escalante, la persona que está detrás de Sapiens Inquieto. Graduado en Geografía e Historia por la UNED, con extensión universitaria en Redacción Periodística por la Universidad de Nebrija. Actualmente estoy matriculado en el Microgrado de Antropología Prehistórica, con la mente puesta ya en el Máster en Historia Contemporánea. Está claro que me encuentro inmerso en plena formación para dar un nuevo giro a mi carrera profesional y, en los próximos años, poder dedicarme exclusivamente a escribir.
Nací hace ya unos cuantos años, en 1969, como miembro de la afortunada Generación X. Me siento identificado con algunos de los clichés que se le atribuyen, especialmente en el apartado tecnológico. Mi día a día se sostiene sobre dos pies: el digital y el analógico. Estudio a distancia, pero soy incapaz de aprender algo si no lo escribo a mano; y para redactar un artículo necesito rodearme de folios llenos de frases ininteligibles para cualquiera excepto para mí. Soy asiduo al préstamo bibliotecario e incapaz de leer un libro en una tableta. Hace unas tres décadas me pusieron en el bolsillo un “pedazo de tocho” para mantenerme conectado todo el día; hoy ese aparato se ha convertido en un arma de destrucción masiva. Soy consciente de que nadie en su sano juicio puede prescindir de él, pero día tras día lucho por aprovecharme de él sin que él se aproveche de mí.
Las redes sociales son mi talón de Aquiles. Entiendo perfectamente su boom, pero me asusta su poder de manipulación. El mundo está cambiando porque el ser humano es pernicioso y ha encontrado el arma perfecta. La IA viene detrás, pero su potencial, para lo bueno y para lo malo, multiplica por mil el de las redes sociales. Aun así, debo convivir con el mundo digital y, en los próximos años, intentaré sacarle el mayor provecho para aportar mi granito de arena a la humanización de la escritura.
Para conocerme un poco mejor debo contar algo de mi carrera profesional. Tras terminar la EGB, con catorce años, hice oídos sordos a las muchas recomendaciones que me sugerían seguir estudios de Humanidades. Me fui a la formación profesional siguiendo a mis amigos y terminé convertido en un frustrado instalador eléctrico. Afortunadamente, unos años después, hace ya tres décadas, recapacité: la carretera era y sigue siendo una de mis grandes pasiones. Desde entonces he conducido todo tipo de vehículos y, en la actualidad, trabajo por cuenta ajena como conductor de camión, con un sueldo del que no me quejo y un horario que me permite estudiar y escribir.
Debo reconocer que mi mayor logro profesional fue impulsar el nacimiento de un negocio familiar que ha proporcionado a mi familia un gran bienestar emocional. Hace casi veinte años, junto a mi compañera, que aparece en estas imágenes, abrimos Artístic, espai de dansa, música y teatre que seguimos gestionando conjuntamente.
En el ámbito de la escritura, mantuve durante casi cinco años un blog personal dedicado a la historia: Caminando por la Historia. Aunque lo dejé por el desgaste emocional que supuso la Covid-19, me permitió cumplir el sueño de ver mis palabras impresas en un libro: la obra colectiva Ab Urbe Condita (2020), donde participé con el capítulo “El imperio olvidado”.
Mi objetivo para los próximos años está claro: el binomio viajar–escribir. No tengo prisa, pero sé que lo conseguiré. Recientemente he añadido un nuevo epígrafe a mi larga trayectoria como autónomo: escritor freelance. No me cierro a nada. Escribiendo sobre historia me encuentro muy cómodo, tanto como articulista como ensayista, y tengo varios proyectos en mente. Aunque la historia es inmensa, reconozco que hay dos épocas en las que mejor me muevo: la Prehistoria y la Historia Contemporánea.
Este blog es un fiel reflejo de mis habilidades comunicativas. No pretendo que sea el más leído; solo quiero contar historias, invitar a la reflexión y acompañar a los viajeros a través de mi forma de ver la historia. Me encantaría formar parte de otros proyectos de comunicación, escritos o digitales, y ayudar a instituciones públicas y privadas a fomentar el amor por el patrimonio histórico-cultural.